lunes, 24 de febrero de 2014

Construyendo Calíope (vol.7)

Nitro come, nitro go

Parece que fue ayer cuando llegó el bote y ya me he fundido casi entera la nitrocelulosa color "vintage white". Empecé con ello el miércoles 12, tras una última sesión de lijado, y repetí sábado, domingo y lunes.

Casi me he pulido el bote y supongo que antes de darlo por terminado, debo lijar un poquito y rematar la faena.

No hay mucho que contar. Lo más ceremonioso fue convertir un cuarto de baño en estudio de rociado, y para ello, lo único que hubo que hacer fue plastificar las paredes. Al cuerpo de la guitarra ya le había instalado en lugar de lo botones para la correa, una hembrilla, así que lo colgué como un jamón e intenté no dejarlo todo en manos de la cadenita que colgaba desde la pared del baño hasta la barra de la ducha. Elegí ese cuarto de baño por ser el más estanco (para evitar al máximo que hubiera polvo.

En cuanto a la práctica de la aplicación del spray de nitrocelulosa, a veces a uno se le olvida que debe esparcirlo a modo de fuego cruza
do y se cree que está haciendo un graffiti. Entonces hay que absorber la gota con un trozo de papel higiénico, pero si lo pegamos demasiado, nos llevamos toda la nitro. Otra cosa que se aprende: la nitro, aplicada en exceso, además de hacer gotones (¡no aprendo de anteriores churretes!) disuelve otras capas previas de nitro (esto, sólo por el olor, tiene sentido, no hay cosa más colocante sin clasificarse como droga química, así que debe ser un disolvente en sí misma...).

En la fase de lijado también aprendí que con una lija lo suficientemente fina, pasas de arañar la pintura a abrillantarla. Me lo dicen y no me lo creo. Por eso me la voy a jugar casi a una baza, y con la guitarra ya relativamente brillante (teniendo en cuenta sobre todo que no la he pulido aún en ningún momento), me voy a disponer a lijar con lijas de 800 y 1200 (salvo que en algún gotón me pida más , y luego (palabrita del niño Jesús), seré comedido en la aplicación de la última capa de nitro y el abrillantado final.

Creo que para el abrillantado, en vista del trabajo que hice hace un año con la otra Telecaster (una Highway One en acabado "Satin Nitro") para convertirla en brillante, me puedo ir buscando algún clasicazo del cine del calibre de "Lo que el viento se llevó".

La parte buena es que esa fase la podré realizar en casa... Ya empieza a sonar raro eso de irse a otra casa, varios días por semana, a intervalos de minutos  (a veces no más de 10), hasta horas (la vez que más, 2 y media). Aunque ahora que caigo, en cuanto llegue el calco (Antonio! el cartero nos la está jugando...), tendré que repetir este proceso con el mástil (y demostrarle al mundo que he aprendido la lección... no sé yo...)

No hay comentarios: