jueves, 7 de agosto de 2008

Silencio, se graba

Grabar es un lujo que no nos permitimos muy a menudo.

Por una parte, porque no tenemos muchas canciones, por otra parte, por la pereza que da montar todo el tinglado necesario para ponerse, por otra, porque, no importa el tiempo que le eches a grabar, mezclar y pulir la grabación siempre lleva mucho más tiempo.

El caso es que el año pasado hicimos un esfuerzo por sacar adelante las primeras grabaciones fileteras:

· Oh! My
· Watch Me Burn
· Groove-o-Matic
· Last Will

Y ahí seguían hasta ayer. Lo poco que habíamos hecho con ellas hasta ahora había sido pulir lo único que grabamos el año pasado, que fue la pista base de batería.

Desde ayer, Oh! My cuenta con guitarras acústicas y eléctricas y coros. Pronto le crecerá una voz solista, un bajo y quién sabe qué más...

Por más que uno ensaya, es al grabar las canciones cuando uno aprende a tocarlas mejor. Aporta mucho el hecho de grabarlas y hace que examines en detalle cada cosa que tocas. Es algo que debería ocurrir en los ensayos, pero por el hecho de diseminar las canciones en sus unidades más atómicas, te planteas cada rasgueo, cada golpe y cada nota que produces.

Además, la grabación de estas canciones tiene un significado muy especial: En el caso de Watch Me Burn, Oh! My y Groove-o-Matic, se trata de canciones de bastante complejidad para que un trío las toque en directo, incluso como cuarteto en tiempos de Panic, cuando se empezaron a tocar, presentaban estos problemas. También es cierto que en el caso de las dos primeras tuvieron concepciones relativamente diferentes a las versiones que podéis oír habitualmente en directo. En Groove-o-Matic, la principal limitación del directo está en la velocidad de la canción, sobre todo en la parte cantada. En Watch Me Burn y Oh! My, la paleta de colores queda relativamente reducida por las limitaciones instrumentales y vocales como trío, pero en esta maqueta esperamos pintar con muchos más detalles: guitarras acústicas, coros a varias voces y quizá algún teclado.

Por eso, ya es hora de poner a vuestra disposición estas canciones de la forma en que suenan en nuestra cabeza y de la manera en la que esperamos que más las disfrutaremos todos.

En cuanto a Last Will, seguro que se completará con gran facilidad. Con la misma facilidad con la que la interpretamos en cada concierto. Así que ya es hora de que podamos oírla hasta cansarnos.

Y más adelante, quién sabe si podremos acompañarlas de algún vídeo...

¡Permanezcan a la espera!