lunes, 10 de febrero de 2014

Construyendo Calíope (vol.5)

Lijando mástiles

Lo único que avanzó en este proyecto durante mucho tiempo fue el diseño de su calcamonía para la pala, pero hasta eso estuvo parado durante meses.

El mástil original del equipo no tiene muy buena fama, según cuenta Ángel, de Distryto 13. Examinándolo, no tiene una pinta nefasta en cuanto a la madera que, al trabajarla, demuestra ser prieta prieta... pero los trastes son tan finos (y un poco mal terminados en los laterales) que me temo que trastee y dificulte bastante la ejecución si no consigo un ajuste muy fino. No obstante, uno es valiente y quiere aprender, así que, si hay que cambiarlo finalmente, al menos habremos aprendido para el siguiente.

El mástil venía como se veía en la foto del kit. La pala, sin dar forma. Si atendemos al tipo de Telecaster que, licencias aparte, estamos replicando, debería tener una pala de Telecaster, pero decidimos darle una de Strato. Lo que ocurre es que lo ideal habría sido cumplir el sueño de la pala estilo CBS (la ancha típica de finales de los 60 y toda la década de los 70). En el esquema de la derecha aparecen comparadas las palas estándar y CBS de Strato, incluso la típica de la Jazzmaster, que es una especie de intermedio entre ambas, pero estaba claro que sólo se podía hacer una  más o menos estándar.

También, puestos a ponerle pegas a este mástil, lo habitual es que los mástiles sean con diapasón de arce, no de palorrosa... Ya tengo una Telecaster con diapasón de arce. No me importaría que esta también lo fuera... me encanta esa dureza resbaladiza del diapasón de arce, pero bueno, no es determinante, así que, ¡adelante con ello!

Hacía ya tiempo que marqué la pala con la forma de una estándar, y esperé la divina providencia de una fresadora, igual que para el cuerpo, para hacer un corte limpio, como hice en su día, gracias a mi vecino (que ya no lo es) con mi guitarra "5" (la réplica de la Les Paul Deluxe de Pete Townshend), pero al igual que para el cuerpo, no había fresadora a mano, así que, con todo lo aprendido para el cuerpo, me dispuse a repetir mis errores y el miércoles pasado la tomé con el cuchillo de cortar pan y el tocho de madera. No era el instrumental más adecuado, pero me fui haciendo a la idea de cómo de trabajoso iba a ser el tema.

El jueves disponía de bastante tiempo, así que me hice con lijas y una sierra un poco más apropiada para la empresa que me esperaba y, bueno, el resultado creo que, dentro de lo que cabe, es bueno.

Cabe decir que el borde es un poco redondeado, no tan recto como lo podría haber sacado con fresadora o sierra de calar. Es lo que tiene serrar y lijar durante horas. Con todo, lo dejé cuando llegué a un punto que me pareció aceptablemente bueno, y me puse como tarea para el fin de semana terminar con el logo, que ya está encargado para que me lo entreguen en forma de calco.

Así que, una vez llegue el calco, como ya tengo el barniz de nitrocelulosa, ¡a rociarlo una y otra vez hasta dejarlo bien brillante!La idea es que el calco quede similar a este de la derecha. Con ligeras diferencias, porque ¡es una guitarra diferente! Por eso no es Telecaster, ¡es Calíope!

1 comentario:

Antonio Sánchez dijo...

Mucho ánimo con esa guitarra. Da gusto después mirarla y ver que la ha hecho uno mismo. Y si encima suena bien...