lunes, 17 de marzo de 2014

Construyendo Calíope (vol.10)

(Just Like) Starting Over

Bonita canción para este post. A veces tienes que volver a empezar y aprender de tus errores.

Barnizar el mástil está siendo un trabajo menos resultón de lo que parecía que iba a ser. Tras varias capas, no parece adquirir demasiado brillo al echar el barníz... Salvo sorpresa a la hora de abrillantar a base de músculo... cuando llegue (para esto casi va a ser más divertido un vídeo que una explicación con un par de fotos).

Así que sigo con el mástil. Estos días pasados lo he preparado para volver a aplicar el logo en la pala, y ayer en concreto lijé los inevitables goterones a ambos lados de ésta para empezar a dar nitro, pero esta vez con el mástil apoyado en plano. Tengo que decir que estas fotos tienen trampa, porque, recién aplicada la nitro, siempre brilla así de bien el mástil...

Por otra parte, como llegó la nitro blanca del cuerpo hace unos 10 días, tras otra semanita fuera, vuelta a darle capas finas. Así que tengo dos habitaciones para el colocón perfecto: el consabido baño rosa para el cuerpo, y la cocina para el mástil.

Ahora soy mayor. Ahora he aprendido a ser paciente y dar la nitro sin ensañarme, sin graffitear, y a casa. A lijar poquito entre capa y capa... En fin, es para matarme, porque todo eso es lo que leí en un principio, pero uno es como santo Tomás, y así le va...


Volviendo al tema de las narcosalas: La cocina me da más miedo como cuarto de aplicación y secado de la nitrocelulosa, porque probablemente, al ser menos estanca y tener salida directa a un patio (y las regulatorias rejillas que tienen las casas con gas, que deben de ser insuficientes, porque la casita en cuestión tiene el agua caliente condenada), sufra más el efecto del polvo en suspensión. He puesto mis precauciones, pero quién sabe... A ver si a lo largo de esta semana puedo deciros que estoy haciendo músculos, no por salir a correr después de dar la bien merecida y narcótica nitrocelulosa, sino porque estoy haciendo muñeca a base de bien con la cera de carnaúba y una buena bayeta de microfibra, consejo de mi amigo Iván Llorente, de Los Cobardes, quién, además de ser fino en su forma de tratar a las guitarras, también le da el mismo cariño a su motos y a las fundas de ampli que confecciona en su spin-off: The Amp Face, que no debéis perderos si sois unos verdaderos locos de vuestra propia imagen.

En frente aparte, también durante el fin de semana avancé un poco con la electrónica, corrigiendo un par de errores de cableado de los potenciómetros push-pull. Quería acabar yo este proyecto en 10 o 12 posts y manteniendo ese ritmo constante, pero está resultando un poco complicado por los viajes y porque, como en aquél juego que se llamaba "escalera" y era una especie de Donkey Kong de la era analógica, pero en chungo, que a veces sustituía a la "oca" como Cara B del eterno ajedrez magnético, caes y pegas una vuelta a lo que se supone que ya habías hecho... Así que, bueno, ahí andamos...

Bueno, un poquito de ida de pinza para compensar la ausencia. Hasta pronto!!

No hay comentarios: